Llevan ocultos en el mundo conviviendo escondidos entre nosotros desde hace muchos años. En Argentina ¿Dónde están?
La red mundial de los dead drops nace en el 2010 de la mano del artista alemán Aram Bartholl quien buscaba de esta manera fomentar un canal clandestino y no convencional de divulgación de arte.
Originalmente un ‘dead drop’ o ‘dead letter box´ es un método de espionaje que se usa para que dos personas puedan entregarse objetos usando un lugar secreto y por lo tanto sin reunirse directamente, evitando así generar alguna huella digital que los vuelva rastreables. Bartholl tomó el concepto y lo extrapoló al mundo de la cultura. Inicialmente el radio de acción sólo alcanzaba Nueva York pero rápidamente el fenómeno adquirió escala mundial. En la actualidad hay dead drops ocultos en las paredes de los edificios de todo el mundo esperando ser abducidas por un miembro de esta red mundial.
Para quienes estén interesados en rastrear los dead drops -o inclusive sumar su propio puerto a la red- sólo hace falta ingresar a la web oficial deaddrops.com donde el proyecto sigue creciendo y cuenta con un registro de más de 1600 puertos de usb escondidos por el mundo. En la web existe un mapa en el que se muestran las coordenadas exactas dónde buscar estos polos de arte y las instrucciones precisas para sumarse a la red en caso de querer esconder un dispositivo propio.
Bartholl anuncia los nuevos USB escondidos a través de su cuenta de Twitter y actualiza el listado de ciudades en su web.
Imagen de escultura de portada: obra por Michael Beitz.