Chindogu, el arte japonés de los inventos absurdos

En contra de la sofocante dominación histórica de la utilidad.

Chindogu 珍道具 es una palabra japonesa que puede traducirse como “herramienta extraña o deformada”. El término designa toda una categoría de enseres, objetos y utensilios que tratan de solucionar problemas cotidianos, pero de una forma tan bizarra que su uso generaría tantos o más inconvenientes que los que intenta resolver.Una exquisita mezcla entre frivolidad, humor y anarquía; que mientras los transforma en inútiles, los acerca al mundo del arte dadaísta.

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Gafas para la autoadministración de colirio y otros medicamentos recetados

El concepto chindogu aplicado a esta rama particular de objetos es obra del inventor anticapitalista japonés Kenji Kawakami. El creador después de abandonar sus estudios de ingeniería espacial acabó trabajando paradójicamente en la mayor revista de venta por catálogo de Japón. La historia oficial cuenta que en cada número, Kawakama se encontraba con que le faltaban páginas por rellenar, así que las comenzó a ocupar con inventos extraños que él mismo fabricaba. Las gafas para administrarse colirio fueron las primeras en aparecer.

Poco a poco, sus inventos comenzaron a ganar popularidad y eran expuestos en universidades y galerías de arte.

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Las reglas del Chindogu

En 1995 se funda la Sociedad Internacional del Chindogu y el fenómeno explotó entre otros jóvenes inventores.

Cada chindogu para ser chindogu debe cumplir con un estricto estándar determinado por reglas establecidas y supervisadas por el ICS.

Las reglas que rigen los chindogu son:

No puede usarse realmente. Un chindogu debe parecer útil pero ser inútil. Nunca debe poder usarse realmente. Sí tiene utilidad es un invento digno de ser patentado.
Debe haberse construido, es decir, existir.
Será pensado como una herramienta para uso diario.
No puede estar o ponerse a la venta.
No pueden haberse creado sólo como una broma.
No puede ser o contener propaganda.
Nunca debe ser o encarnar algo tabú. En Japón esto significa que no debe ser sexualmente explícito ni atentar contra la vida de los animales o las personas.
No puede patentarse ni registrarse bajo ninguna licencia.
No puede promover prejuicios.

A continuación sólo algunos de sus ejemplos: